• Todos queremos ser felices. Es un anhelo que llevamos en nuestro interior.
• La felicidad que anhelamos no es una felicidad cualquiera. Anhelamos ser infinitamente felices.
• El mundo ni las cosas que pasan pueden saciar ese anhelo de felicidad.
• Sólo alguien infinito puede saciar un anhelo que es infinito, Dios. Encontrándonos con Él, podremos ser plenamente felices.
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